Spirit Airlines, la aerolínea estadounidense de ultra bajo costo, ha emitido una grave advertencia a sus accionistas sobre la posibilidad de cerrar sus operaciones en los próximos meses. La compañía, con sede en Miramar, Florida, ha estado luchando por mantener su rentabilidad tras declararse en bancarrota a principios de este año. En un informe presentado a la Comisión de Bolsa y Valores, los ejecutivos de Spirit expresaron que tienen "dudas sustanciales" sobre su capacidad para continuar operando en el próximo año.

Este anuncio se produce tras la reciente suspensión temporal de 270 pilotos y el recorte de aproximadamente 140 puestos de trabajo, medidas que la empresa tomó debido a problemas de liquidez. "Estamos tomando las medidas necesarias para garantizar que operamos de la manera más eficiente posible como parte de nuestros esfuerzos por volver a la rentabilidad", indicó la aerolínea en un comunicado.

A pesar de los esfuerzos de reestructuración y la obtención de nueva financiación tras salir de la protección por bancarrota en marzo, Spirit enfrenta condiciones adversas en el mercado. La débil demanda de viajes nacionales ha persistido, lo que ha dificultado la recuperación de la aerolínea. Henry Harteveldt, presidente de Atmosphere Research, comentó que "las aerolíneas de ultra bajo coste, en conjunto, son las líderes en tarifas. A los consumidores les conviene que las aerolíneas de bajo coste se mantengan en el mercado y sean exitosas".

Las acciones de Spirit Airlines cayeron casi un 40% en la bolsa, cotizando a poco más de $2.20 dólares. Desde la pandemia de COVID-19, la aerolínea ha tenido dificultades para competir, acumulando pérdidas que superan los 2,500 millones de dólares desde principios de 2020. La compañía ha implementado medidas de reducción de costos, incluyendo la suspensión de pilotos y la degradación de capitanes a primeros oficiales, que entrarán en vigor en octubre y noviembre.

Además, Spirit ha anunciado que podría vender algunas aeronaves e inmuebles para mejorar su situación financiera. A pesar de los desafíos, la aerolínea está intentando adaptarse al mercado de viajes de lujo, ofreciendo opciones de vuelos con precios escalonados que incluyen más comodidades. Sin embargo, los intentos de adquisición por parte de competidores como JetBlue y Frontier no han tenido éxito, y Spirit no ha mostrado interés en una transacción desde finales de 2020.