Miami (EE.UU.), 12 ago (EFE).- Al suroeste de Miami, donde la jungla de asfalto avanza sin pausa, el humedal de los Everglades resiste como último bastión de naturaleza. Este ecosistema de biodiversidad única se ha convertido por sorpresa en protagonista de la batalla antimigratoria en Florida (EE.UU.), obligando a paralizar las obras en el centro de detención para migrantes conocido como ‘Alligator Alcatraz’.

Con una extensión de más de 610.000 hectáreas, los Everglades son el refugio de al menos 400 tipos de aves y más de veinte especies en peligro de extinción o amenazadas, según la Unesco, que lo describe como “un santuario” en el que confluyen una amplia diversidad de hábitats.

Sin embargo, este ecosistema fue el lugar elegido por el Gobierno estatal que lidera el republicano Ron De

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