En Gradiva desde que se fundó en 1972 hay un lema que preside nuestra acción y que surgió de nuestra experiencia juvenil de esos años : ”…la cura con amor terapéuticamente hablando”.

Hoy el amor adquiere un significado especial ya que ese valor humano está en carencia en nuestros pacientes desde la más tierna edad .Lo traumático o sea las heridas emocionales empiezan a reinar desde temprano: abandonos, abuso, violencia, ocaso de figuras significativas, falta de modelos identificatorios y el celular como compañía inanimada que suplanta el lenguaje y la ternura familiar los encierra en un solipsismo enloquecedor, etc.

El vacío inunda a este ser traumatizado y las drogas se presentan como ese elixir buscado y prestigiado que lo tiene en esta sociedad consumista y también vacía de conteni

See Full Page