INDIGNACIÓN, tristeza e impotencia: esos eran los tres sentimientos que ayer centenares de colombianos expresaron al hacer largas filas para entrar al Congreso a despedirse y rendir homenaje al asesinado senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Su velación en “cámara ardiente” se convirtió en una expresión colectiva del rechazo de todo el país a la violencia política, la cual sigue truncando la vida de aquellos que buscan trabajar por una nación en paz, donde se pueda vivir dentro de la diferencia.
Cientos de personas hicieron largas filas en la plaza de Bolívar para ingresar brevemente a la “cámara ardiente” del senador que se adelanta en el Capitolio Nacional. Cómo se sabe, algunos seguidores y simpatizantes del político, ingresar, gritaron arengas como “¡Viva Col