Emmanuel Filiberto de Saboya, heredero de la dinastía italiana que pretende reinar algún día en Italia, vende la casa familiar que sus padres, Marina Doria y Víctor Manuel, tenían en Cerdeña, junto al mar.
La vivienda, construida en una roca que le da un aire totalmente lunar y asomada al mar, cuesta 18 millones de euros, pero arrastra una historia que la dota de cierto aire siniestro.
A comienzos de los años 90, en un barco cercano a la casa, Víctor Manuel disparó a un joven, al que mató. El fallecido, estudiante e hijo de un médico, estaba tomando el sol en la cubierta de su barco cuando una bala que iba dirigida a otra persona le dio a él.
El padre de Filiberto había oído ruidos en su yate y al verificar de dónde procedían, vio que le estaban robando un bote. Agarró su fusil y trató