Si algo parecía escrito era que Khamzat Chimaev iba a llegar rápido a pelear por un título mundial.
El problema es que la vida, y las MMA, no siempre se dejan llevar por el guion. Este sábado, en el United Center de Chicago, “Borz’’ tendrá por fin esa cita largamente esperada cuando enfrente al sudafricano Dricus du Plessis por la faja mediana en UFC 319.
El recuerdo de su irrupción todavía estremece. Tres peleas en apenas 66 días, todas definidas antes del límite, todas dominantes.
En 2020, Chimaev era el nombre en boca de todos, el peleador que parecía destinado a devorar divisiones y borrar rivales con una mezcla de lucha sofocante y pegada de martillo.
Pero aquel meteoro encontró nubes densas. El COVID-19 lo golpeó con una fuerza que lo llevó a considerar el retiro.
Luego vinieron