La decisión de Donald Trump de desplegar al menos 800 efectivos de la Guardia Nacional para combatir el delito en las calles de Washington es apenas el último ejemplo del uso de las fuerzas militares que hace el presidente norteamericano para ejecutar sus prioridades de política interior.
Aunque los índices de inseguridad en la capital de Estados Unidos vienen en descenso desde hace tiempo, Trump dijo que la delincuencia en Washington “está totalmente fuera de control”, y hasta amenazó con una intervención federal de la ciudad.
En lo que va del año Trump ya desplegó unos 10.000 soldados en servicio activo en la frontera suroeste de Estados Unidos para frenar el flujo de drogas y migrantes, y 4700 efectivos de la Guardia Nacional y del cuerpo de Marines en la ciudad de Los Ángeles para so