Hola, soy Art Caplan, Ph. D. Dirijo la División de Ética Médica de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos.

Hace poco, alguien me planteó un caso difícil en el que se trataba de decidir qué hacer en lo que respecta a la alimentación de un paciente con demencia muy grave. No es la primera vez que profesionales de la medicina me plantean este tipo de casos y probablemente no será la última, pero sigue siendo un dilema ético complejo y difícil.

Creo que todo el mundo entiende que existe el derecho —y así se ha confirmado desde casos como los de Terri Schiavo o Nancy Cruzan— a no forzar la alimentación artificial (es decir, por sonda, por la nariz o por el estómago) ni la hidratación artificial a alguien que no la desea.

Si se tiene derecho a rech

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