El crimen de Diego Fernández Lima , que permaneció sin resolver durante más de 40 años, volvió a estar en el centro de la escena en mayo de 2025, cuando unos obreros hallaron sus restos enterrados en el jardín de una casa del barrio porteño de Coghlan. Diego, de 16 años, había desaparecido el 26 de julio de 1984 y desde entonces su familia lo buscó sin descanso. Hoy, el principal señalado por la Justicia es Cristian Graf , excompañero de escuela de la víctima y actual residente de la vivienda donde se descubrió la fosa.

Las sospechas sobre Graf se intensificaron desde el momento mismo en que apareció el cuerpo. El fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación, sostiene que sus reacciones y maniobras posteriores al hallazgo constituyen claros indicios de encubrimiento.

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