A solo dos días de la cumbre ruso-estadounidense programada en Anchorage, Alaska, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia contundente a Vladimir Putin. Trump afirmó que habrá “consecuencias muy graves” si Rusia no pone fin a la guerra en Ucrania. Sin embargo, no proporcionó detalles específicos sobre las posibles repercusiones de su amenaza.
En el marco de esta cumbre, Trump también anunció la posibilidad de una segunda reunión con Putin, que incluiría al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. “Si la primera viene bien, tendremos una segunda reunión rápidamente; me gustaría tenerla casi inmediatamente”, expresó Trump, sugiriendo que la participación de Zelenski es crucial.
Zelenski, junto a líderes europeos, instó a Trump a presionar por un alto al fuego durante su encuentro con Putin. La intensificación de la ofensiva rusa y la ausencia de Zelenski en la cumbre han generado preocupaciones sobre un posible acuerdo que podría forzar a Ucrania a hacer concesiones significativas.
Mientras la guerra continúa en el este de Ucrania, Zelenski viajó a Berlín para participar en una videoconferencia con Trump, el canciller alemán Friedrich Merz, y otros líderes europeos, con el objetivo de formar un frente unido contra Rusia. Tras la llamada, el presidente francés, Emmanuel Macron, destacó que la “voluntad” de Estados Unidos es “obtener un cese al fuego” en Ucrania.
Desde Berlín, Zelenski enfatizó que el alto al fuego “inmediato” debe ser el “tema central” de la cumbre. “Si Rusia no acepta un alto al fuego, deben establecerse sanciones y reforzarlas”, declaró en una conferencia de prensa. Además, expresó sus dudas sobre las intenciones de Moscú, afirmando: “He dicho a mis colegas, al presidente de Estados Unidos y a nuestros amigos europeos que Putin definitivamente no quiere la paz”.
Por su parte, Merz subrayó que “el alto al fuego debe establecerse primero” antes de cualquier negociación de paz, y que Ucrania debe “estar presente en la mesa” en futuras reuniones. Las negociaciones deben incluir garantías de seguridad sólidas para Kiev y formar parte de una estrategia transatlántica conjunta.