Cada año, miles de inmigrantes sueñan con llegar a Estados Unidos para mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Trabajar en el país norteamericano se ha convertido en la meta de quienes, con esfuerzo y esperanza, tramitan sus visas o tarjetas de residencia.
Sin embargo, esta alta demanda ha generado un cuello de botella que amenaza con dejar a muchos aspirantes sin su documento y sin la posibilidad de cumplir su meta.
El último boletín de visas ha encendido las alarmas al advertir que un número significativo de solicitantes podría quedarse sin su visa antes de finalizar el año fiscal.
La razón principal es la abrumadora cantidad de casos que actualmente maneja el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), que alcanza los 11,3 millones de trámites abiertos.