Según el licenciado López Obrador, las mujeres, que cuidan a sus viejitos cuando están malitos –ya saben: les limpian las babas, les quitan la papilla de la comisura, les preparan sus frijolitos y les ponen la inyección– son el mejor sistema de seguridad social del mundo. Normal. Como recordarán, en una mañanera dijo que no le latía hablar de un feminicidio porque distraía de las cosas importantes, que eran sus logros como presidente. Bueno, y acusó a las feministas que protestaban en la ciudad de “conservadoras”.

Al Cuau, acusado de lo que ya sabemos por su media hermana, lo arroparon varias diputadas de Morena al grito de “No estás solo”, convertido ya en un motto de todo el morenismo –como les podrá contar Adán Augusto, que también está rete acompañado en sus cuitas–. A propósito, el “

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