La secretaria de Justicia, Pam Bondi, ha ordenado a la alcaldesa de Washington y al departamento de policía local que pongan fin a las políticas de ciudad santuario en la capital. Esta decisión, anunciada el jueves por la noche, formaliza el control del Gobierno federal sobre la policía de Washington.
En una orden emitida, Bondi nombró a Terry Cole, jefe de la Administración de Control de Drogas (DEA), como "comisionado de policía de emergencia" del distrito. Esto le otorga control total sobre el departamento de policía durante la intervención federal. Además, Bondi instruyó al Departamento de Policía Metropolitana de Washington (MPD) a revocar una directiva firmada por la jefa Pamela Smith, que permitía a los agentes compartir información de manera limitada con funcionarios federales de inmigración.
La orden también establece que los líderes del MPD deben obtener la aprobación de Cole antes de emitir nuevas directivas. Funcionarios federales consideran que la directiva anterior reforzaba las políticas de ciudad santuario que el Departamento de Justicia busca eliminar.
Bondi también exigió a la alcaldesa Muriel Bowser que elimine dos políticas adicionales que protegen a los indocumentados, incluida una que prohíbe al MPD arrestar a alguien solo por órdenes judiciales federales de inmigración. Esta acción se produce tras la declaración de emergencia criminal por parte del presidente Donald Trump, quien federalizó la policía de Washington y nombró a Cole como comisionado federal interino del MPD.
Bowser respondió a la orden de Bondi en redes sociales, afirmando que "no existe ningún estatuto que transfiera la autoridad de personal del Distrito a un funcionario federal". También compartió una carta del Fiscal General de Washington, Brian Schwalb, quien calificó la orden de Bondi como "ilegal" y afirmó que Smith no está obligada a cumplirla.
La intervención de Bondi subraya la intención de la administración Trump de aplicar una política de inmigración más estricta, utilizando el control sobre la aplicación de la ley en el distrito para desmantelar las leyes locales que protegen a los inmigrantes indocumentados. Bondi declaró en una entrevista: "Washington no seguirá siendo una ciudad santuario que proteja activamente a extranjeros delincuentes".
Por su parte, Christina Henderson, miembro del Concejo Municipal de Washington, expresó en redes sociales que "la secretaria de Justicia no tiene la autoridad para revocar leyes". A pesar de la nueva orden, la directiva anterior aún prohíbe a los agentes buscar el estatus migratorio de una persona en las bases de datos policiales o arrestar a alguien solo por órdenes federales de inmigración.