Las familias estadounidenses, cansadas de los precios altos de los alimentos, buscan formas de reducir gastos.
El costo de los alimentos en los hogares aumentó un 2,2 % en julio con respecto al año anterior, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Más del 80 % de los adultos estadounidenses citan el costo de los alimentos como una fuente de estrés, más que cualquier otra obligación financiera, según informó el Centro de Investigación de Asuntos Públicos Associated Press-NORC en una encuesta publicada la semana pasada. Mientras tanto, los precios de productos como la carne vacuna y el café se están disparando debido a problemas de suministro o al impacto de los aranceles.
Eso significa que los consumidores son más conscientes de los precios en los supermercados, según Stew Leonard Jr.