En estos días, nueve empresas de medicina prepaga decidieron aplicar nuevos aumentos a sus cuotas incluso antes de que se conociera oficialmente el dato de inflación. Lo hicieron con porcentajes que van del 1,6% al 2,9%, adelantándose a cualquier criterio de transparencia y sin esperar la publicación oficial del INDEC.
Una vez más, el negocio de la salud privada demuestra que su lógica no es cuidar la salud, sino blindar sus ganancias.
En contraste, las obras sociales sindicales —esas que el movimiento obrero conquistó y sostiene con el aporte de los trabajadores— no aumentan sus cuotas más allá de lo que indican las paritarias salariales. Es decir: si el salario sube, el aporte crece, pero siempre en relación directa a la capacidad de pago de los trabajadores y trabajadoras, no a la esp