Una batalla por los derechos de autor sobre la canción viral “Baby Shark”, adorada por los niños pequeños y a menudo temida por sus padres, llegó a su fin con un tribunal exonerando a los creadores coreanos de la versión más popular de plagio.

La versión de “Baby Shark” de Pinkfong, con la inolvidable línea de “doo doo doo doo doo doo”, conquistó internet. La interpretación dio lugar a programas de televisión, películas y aplicaciones para teléfonos inteligentes, generando millones a la empresa. Pero en 2019, un compositor estadounidense de canciones infantiles dijo que Pinkfong había copiado su trabajo.

Jonathan Wright, conocido como Johnny Only, llevó su reclamación hasta la Corte Suprema de Corea del Sur, acusando a Pinkfong de plagiar su versión anterior de “Baby Shark”.

Sin embargo

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