Han pasado casi seis meses, desde que Allison Bustillo , una joven enfermera de origen hondureño, fue detenida durante un caótico operativo realizado por agentes de distintas agencias federales que irrumpieron armados en su hogar de Charlotte, en la mañana del 20 de febrero cuando buscaban a otra persona.
La joven que padece escoliosis era la mano derecha de su madre, Keily Chinchilla, en el cuidado de sus hermanos menores, uno de ellos con autismo severo.
Aunque Keily y su hijo de 17 años, terminaron detenidos junto a Allison, solo la joven fue privada de su libertad y días después fue trasladada al Centro de Detención Stewart, en Lumpkin (Georgia), donde permanece desde el 26 de febrero.
Su salud se deteriora cada día
Allison se ha podido comunicar con su madre a través de videolla