Desde que se fugó de la prisión de Brasil donde cumplía una condena de 14 años por asociación ilícita y tráfico de drogas ; su paradero era un misterio. La sospecha plausible de que podía estar en la Argentina comenzó a tomar forma y también el dato de que se había operado los pómulos para desvirtuar su fisonomía y, así, gambetear el pedido de captura de Interpol . El cirujano no lo ayudó mucho.
Y, entonces, lo encontraron. Llevaba una vida ostentosa en el barrio porteño de Palermo junto a su novia, también brasileña, y se dedicaba al hobby de las artes marciales mixtas (MMA) en un gimnasio de Villa Crespo , la zona de Buenos Aires que lo vio caer en las últimas horas cuando lo atraparon los policías de la Federal.
En un operativo conjunto de alcance internacional, agente