La desnutrición, las lesiones y la destrucción del sistema sanitario por el ejército israelí hacen que la población de la Franja esté más expuesta a enfermedades que no se pueden tratar con antibióticos y que, por tanto, son más largas y graves
Doctores en Gaza: “Vemos a diario heridas de bala, amputaciones y quemaduras que se complican por la malnutrición”
Gaza hace frente a una nueva amenaza. Según una investigación publicada por la revista científica The Lancet, las enfermedades resistentes a los antibióticos se están propagando por el territorio asolado por la brutal ofensiva israelí.
Decenas de miles de personas han resultado heridas en los 22 meses de guerra, mientras los suministros médicos son extremadamente escasos y el sistema inmunitario de los gazatíes se ha visto cada vez más debilitado por la desnutrición. Los expertos alertan de que pueden padecer enfermedades más largas y graves debido al alto nivel de bacterias resistentes a los medicamentos, que también provocan contagios más rápidos y un mayor número de fallecimientos.
Los hallazgos de la investigación fueron publicados este martes en un comentario académico revisado por pares en la web de Lancet Infectious Diseases y son los primeros datos contrastados que sugieren la prevalencia de bacterias multirresistentes en Gaza desde el comienzo del conflicto en octubre de 2023.
“Esto significa enfermedades más largas y graves y un alto riesgo de contagios, significa más riesgo de muerte por infecciones muy comunes, significa más amputaciones… Es un panorama horrible”, afirma Krystel Moussally, que no participó en la investigación, pero es asesora epidemiológica de Médicos Sin Fronteras (MSF) y coautora de estudios sobre bacterias resistentes a los medicamentos en Gaza y otras zonas de conflicto en Oriente Medio.
El estudio se llevó a cabo con más de 1.300 muestras tomadas durante diez meses de 2024 en el Hospital Al Ahli, sede de uno de los pocos laboratorios de microbiología todavía operativos en la Franja. Se detectó la presencia de bacterias multirresistentes en dos de cada tres muestras.
Uno de los autores del estudio, el bioeticista Bilal Irfan, asegura que los resultados son “especialmente alarmantes”. “Ni siquiera conocemos la verdadera magnitud del problema porque casi todos los laboratorios han sido destruidos y gran parte del personal médico ha sido asesinado. Es extremadamente importante poder tener una pequeña idea de lo que está sucediendo en Gaza”, señala Irfan, investigador en el hospital Brigham and Women's de Harvard y en la Universidad de Michigan.
Gaza lleva décadas con altos niveles de bacterias multirresistentes como consecuencia de las repetidas ofensivas de Israel y del bloqueo ejercido por este país desde 2007, tras la toma de control del enclave costero por el grupo palestino Hamás. Pero los expertos sostienen que la situación actual no tiene precedentes: además de diezmar el sistema sanitario de Gaza, la guerra ha destruido los sistemas de saneamiento, ha interrumpido casi por completo la recogida de basura y residuos sólidos, y ha disparado los niveles de hambre entre los 2,1 millones de habitantes, haciendo que muchos de ellos sean más vulnerables a las infecciones.
La Organización Mundial (OMS) de la Salud dijo el martes que Israel debe permitir la entrada de suministros médicos en Gaza para lidiar con una situación sanitaria “catastrófica”. “Queremos abastecernos, todos hemos oído que se ha permitido la entrada de más suministros humanitarios, pero eso aún no está ocurriendo o está ocurriendo a un ritmo demasiado lento”, dijo desde Jerusalén Rik Peeperkorn, representante de la OMS para los territorios palestinos.
Peeperkorn explicó que Gaza había perdido más de la mitad de los medicamentos y que la OMS lograba introducir menos de lo que deseaba debido a “los engorrosos procedimientos” y a que se “deniega” la entrada de parte de los suministros, algo que las organizaciones humanitarias tienen que negociar con las autoridades israelíes de manera constante.
Según Peeperkorn, solo el 50% de los hospitales y el 38% de los centros de atención primaria de Gaza están funcionando y lo hacen de forma parcial. En el Hospital Al Shifa, en el norte de la Franja, el nivel de ocupación de los centros ha alcanzado el 240%. En el Hospital Al Ahli, también en el norte, es del 300%. “La situación sanitaria general sigue siendo catastrófica. El hambre y la malnutrición siguen devastando Gaza”, lamentó Peeperkorn.
Según la autoridad militar que gestiona la llegada de la ayuda humanitaria a Gaza, desde el comienzo de la guerra se han transferido más de 45.000 toneladas de equipo sanitario a la Franja y se han levantado 13 hospitales de campaña totalmente equipados por organizaciones internacionales. “Israel seguirá permitiendo la entrada de equipos médicos y medicamentos en la Franja de Gaza de conformidad con el derecho internacional y en coordinación con la comunidad internacional, al tiempo que tomará todas las medidas posibles para impedir que la organización terrorista Hamás se apropie de la ayuda y la utilice con fines terroristas y militares”, afirmó COGAT.
Desde el 7 de octubre de 2023, la ofensiva israelí en Gaza ha matado a más de 61.700 palestinos y ha causado heridas a casi 155.000, según los datos del Ministerio de Sanidad palestino.
En tres de cada cuatro casos, las muestras estudiadas por Irfan y los coautores del estudio procedían de personas con heridas traumáticas causadas por bombardeos o ataques similares de Israel. Los autores afirmaron que la amenaza de las bacterias resistentes a los medicamentos se intensificará a menos que se detenga la ofensiva israelí y al “ataque deliberado contra hospitales, laboratorios y plantas desalinizadoras”.
Según Krystel Moussally, el problema se ha agravado por la gran contaminación de las fuentes de agua y por la “ausencia de los correspondientes programas de inmunización” durante la guerra. El año pasado, la OMS logró vacunar contra la polio a cientos de miles de niños en una campaña por fases muy complicada, después de que se registrara el primer caso de esta enfermedad en más de 25 años en la Franja.
Texto traducido por Francisco de Zárate y editado por elDiario.es