La educación emocional no es solo un concepto académico; es, para muchos expertos, una necesidad urgente en un país que busca superar la violencia y promover el bienestar. Rafael Bisquerra, referente mundial en educación emocional y convivencia escolar y profesor de la Maestría en Inteligencia Emocional y Bienestar de la Universidad del Rosario, lo resume así: “Educar en competencias emocionales nos ayuda a prevenir ansiedad, estrés, depresión, burnout, ideación suicida, violencia y consumo de drogas, todos ellos reflejo del analfabetismo emocional”.

Bisquerra, quien es presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), doctor en ciencias de la educación y licenciado en pedagogía y en psicología, considera que la educación emocional comienza “nueve meses antes

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