La Casa Blanca analiza una medida que marcaría un nuevo capítulo en la relación entre el Gobierno federal y la industria tecnológica: la posible compra de una participación en Intel por parte de Estados Unidos. La operación, aún en etapa preliminar, podría impulsar la fabricación de chips en territorio nacional y fortalecer la posición de la compañía frente a los gigantes asiáticos del sector, según personas familiarizadas con las conversaciones.
Fuentes cercanas a las conversaciones señalan que el tema fue planteado durante una reunión entre el presidente Donald Trump y el director ejecutivo de Intel, Lip-Bu Tan , el lunes pasado. Aunque las negociaciones siguen abiertas y no hay garantía de que prosperen, el simple hecho de que se estudie esta opción provocó un repunte bursátil