El Estado argentino tiene una deuda que no se cuenta en dinero sino en respuestas. En verdades sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Aún no esclareció dónde están los cuerpos de los desaparecidos . Tampoco develó las verdaderas identidades de todos los bebés que fueron robados a sus familias y criados por otros, que se apropiaron de ellos o que los adoptaron de buena fe.
El Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) es una pieza fundamental del propio Estado para responder la pregunta sobre la identidad de aquellos bebés, que hoy son adultos que rondan los cincuenta años. Son las identidades de bebés que nacieron en cautiverio, en los centros clandestinos de detención en los que permanecían secuestradas sus madres embarazadas, o bebés que, ya