Las fotografías de niño, una de ellas la que ilustra este reportaje, recuerdan sus primeros veranos junto al mar. “En esa era un bebé. Probablemente, no tendría ni un año, porque nací el día de San Clemente , Patrón de Lorca , el 23 de noviembre, y supongo que ese sería uno de mis primeros baños junto al mar. Mis padres me llenaban una pequeña piscina hinchable con agua que dejaban calentar al sol, y me metían en ella para que diera mis primeros chapoteos. Más tarde, lo típico, con flotadores y manguitos para evitar que te ahogaras. Y cargado con palas, cubos, rastrillos… para jugar en la arena. A qué niño no le ha gustado embadurnarse de arena o enterrarse en un agujero dejando únicamente la cabeza fuera. Los veranos eran para eso, para estar todo el día en la playa jugando”, afirma
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