A medida que envejecemos, perder peso resulta más difícil. Pese a que intentamos controlar nuestra alimentación y mantenernos activos, hay veces que parece imposible reducir la grasa abdominal . Para conseguirlo, es importante comprender cómo esta funciona y qué ejercicios pueden ayudarnos más en ello.
En el cuerpo humano existen dos tipos principales de grasa abdominal: la grasa subcutánea , que es aquella que vemos y tocamos, y la grasa visceral , que se acumula alrededor de los órganos internos. Esta diferencia de ubicación no es simplemente estética, ya que la visceral, al interactuar directamente con órganos vitales como el hígado, representa un riesgo mucho mayor para la salud.
La acumulación excesiva de grasa en la zona abdominal, incluso en personas con un índice de