En los últimos días, la relación entre Colombia y Estados Unidos ha experimentado una de sus peores crisis diplomáticas en décadas. El origen del conflicto se remonta a una serie de declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio , quien calificó al presidente colombiano Gustavo Petro como “errático” y expresó su profunda inquietud por la estabilidad política y la lucha contra el narcotráfico en Colombia, señalando además que organizaciones criminales operan desde Venezuela con impunidad. Estas críticas ocurren en un contexto marcado por la conmoción nacional por el magnicidio del senador Miguel Uribe Turbay, figura de la oposición y precandidato presidencial, cuyo asesinato reavivó tensiones políticas y cuestionamientos al clima público.
Ante esos calificativos y e