Una alerta enviada a los teléfonos móviles ordenó el desalojo de unos 1.500 vecinos de cinco municipios de la Alta Sanabria ante el avance de un incendio forestal que sigue fuera de control. Parte de los evacuados han pasado la noche en instalaciones habilitadas, pero otros se han negado a abandonar sus casas .
Según han explicado los propios vecinos, se han organizado con medios propios para intentar frenar las llamas. Han empleado tractores para crear cortafuegos, camiones cisterna y herramientas agrícolas como batefuegos, azadones e incluso ramas. "Si nos vamos del pueblo, ¿qué va a pasar?", se pregunta el alcalde de una de las localidades afectadas.
Los residentes denuncian sentirse abandonados y aseguran que la ayuda recibida es insuficiente. "Hay un pinar ahí, no nos ayud