Si bien la inflación en Argentina desaceleró fuertemente en el último año, llenar el changuito en el supermercado sigue siendo difícil para muchos consumidores cuyo poder adquisitivo se vio muy afectado por el mayor peso que tomaron los servicios dentro del presupuesto familiar.

El Indec informó esta semana que los precios subieron 1,9% en julio y 36,6% en el último año. Y el rubro de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” aumentó en igual proporción que el indicador general, cuando el mes anterior habían creciendo solamente 0,6%, frente a un IPC general de 1,6%. La suba de 13% del dólar el mes pasado tuvo su impacto -aunque leve- en el valor de los productos transables.

En este contexto, la consultora Analytica hizo un análisis, provincia por provincia, acerca de cuáles son las que regist

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