Bienvenidos a Factor de Impacto , su dosis semanal de comentarios sobre un nuevo estudio en medicina. Soy el Dr. F. Perry Wilson, de la Yale School of Medicine, en New Haven, Estados Unidos.
Vivimos en un mundo de imágenes y sonidos. Esa es la experiencia humana. Pero la mayoría de los demás mamíferos vive en un mundo muy diferente, un mundo de olores. La evolución ha atrofiado nuestro sentido del olfato hasta tal punto que en situaciones sociales no pensamos en él a menos que sea uno particularmente desagradable.
Pero resulta que en algún lugar recóndito de nuestro cerebro seguimos respondiendo a las señales olfativas de otros seres humanos. Y en el caso de los hombres, determinados olores de las mujeres pueden lograr que nos sintamos más tranquilos y menos hostiles y hacerlas parecer