EL MAGNICIDIO del senador Miguel Uribe Turbay modificó severamente la hoja de ruta electoral para el 2026 en Colombia. Su asesinato, que sigue siendo motivo de investigación, da cuenta del principal flagelo que debe ser atendido por el próximo inquilino de la Casa de Nariño: la seguridad. Este hecho, al parecer , podría inclinar la balanza al espectro de la centro-derecha o una derecha radical que promete “devolver la tranquilidad a los colombianos”.
Durante la despedida a su hijo, Miguel Uribe Londoño dejó varias frases contundentes con las que urgía un cambio necesario para 2026. El padre del congresista asesinado aseveró que no “podemos quedarnos en la simple contemplación del horror ni permitir que la oscuridad nos postre para siempre”, razón por la que “ tenemos una oport