Texto: Gonzalo Ortuño López
Costa Rica ha vivido en una contradicción con sus políticas de conservación en los últimos años. Por un lado emitió leyes de protección a la vida silvestre, pero por otro ha facilitado la salida de cargamentos de aletas de tiburón de especies en peligro de extinción a través de la reexportación, de acuerdo a una investigación del Centro Restauración Especies Marinas Amenazadas (CREMA).
Esta organización dedicada a la investigación y conservación marina en Costa Rica, reveló cómo autoridades del país autorizaron el tránsito de 12.6 toneladas de aletas de tiburones provenientes de Nicaragua entre 2023 y 2024.
Esta actividad no solo implicó la muerte de al menos 15 000 tiburones, sino también una violación a las leyes nacionales y a los esfuerzos globales para l