El influencer sinaloense Camilo Ochoa Delgado, conocido como "El Alucín", fue asesinado el pasado sábado en su hogar en Temixco, Morelos. El ataque ocurrió alrededor de las 17:00 horas, cuando un hombre armado irrumpió en su domicilio y le disparó en múltiples ocasiones. Su esposa fue testigo del crimen y alertó a las autoridades. La Fiscalía General del Estado de Morelos ha iniciado una investigación, aunque aún no se ha confirmado la identidad del agresor ni el motivo del asesinato.

A sus 42 años, Ochoa era una figura polémica en redes sociales, especialmente en YouTube, donde contaba con más de 348,000 seguidores. Su contenido se centraba en relatos sobre su vida como exintegrante del crimen organizado, lo que le otorgó notoriedad, pero también lo expuso a graves riesgos. En sus videos, Ochoa se describía como un exnarcotraficante que había trabajado para el Cártel de Sinaloa, afirmando haber tenido bajo su mando una plaza en el estado.

El influencer había ganado popularidad por su estilo directo y sin filtros, lo que le permitió destacar en un ecosistema digital saturado de influencers convencionales. Comenzó su carrera en 2021, compartiendo su pasado criminal y reflexiones sobre la violencia en México. Entre sus contenidos más virales se encontraban videos que abordaban temas como el control de plazas en Sinaloa y críticas a la captura de figuras del narcotráfico.

El nombre de Camilo Ochoa había aparecido en volantes en enero de 2025, donde se le vinculaba con "Los Chapitos", una facción del Cártel de Sinaloa. Estos volantes, que se distribuyeron en Culiacán, lo acusaban de ser colaborador y lavador de dinero de dicha organización, junto a otros 24 influencers. Su familia, conocida por fundar la cadena de restaurantes El Pollo Loco, también había sido objeto de atención mediática debido a su historia.

El asesinato de Ochoa se suma a una serie de crímenes violentos que han afectado a otros influencers en la región. En los últimos meses, varios creadores de contenido han sido asesinados, algunos de ellos vinculados al narcotráfico. La violencia en Temixco y sus alrededores continúa siendo un tema preocupante, mientras las autoridades investigan el caso de Ochoa y sus posibles conexiones con el crimen organizado.