BELGRADO, Serbia (AP) — El presidente serbio Aleksandar Vucic anunció el domingo medidas severas contra los manifestantes antigubernamentales tras días de disturbios en las calles de Serbia que han desafiado a su gobierno cada vez más autocrático en el país balcánico.

En una de sus frecuentes intervenciones televisivas al público, Vucic acusó a los manifestantes antigubernamentales de "terrorismo puro" y reiteró sus afirmaciones de que meses de protestas persistentes contra su gobierno han sido orquestadas en Occidente y tienen como objetivo destruir Serbia.

“Nuestro país está en grave peligro, han puesto en peligro todos nuestros valores, la vida normal y a cada individuo”, dijo Vucic, alegando un elaborado plan que eventualmente instalará autoridades “anarco-izquierdistas” en el futuro. No ofreció ninguna evidencia concreta para sus afirmaciones.

“A menos que tomemos medidas más duras, es cuestión de días cuando ellos (los manifestantes) matarán a alguien”, aseveró Vucic. “Estoy diciendo esto para la historia”.

Las severas advertencias llegaron después de cinco noches consecutivas de enfrentamientos entre los manifestantes por un lado y la policía y los leales a Vucic por el otro. El sábado por la noche, manifestantes enfurecidos incendiaron las oficinas del gobernante Partido Progresista Serbio de Vucic en una ciudad del oeste de Serbia, y de otros aliados de la coalición gobernante.

Los manifestantes también se enfrentaron con la policía el sábado por la noche en Belgrado, la capital, y en la ciudad norteña de Novi Sad. Los agentes antidisturbios dispararon gases lacrimógenos contra los manifestantes, que respondieron lanzando granadas aturdidoras, bengalas y botellas.

Vucic no especificó cuál será la respuesta del Estado que, según él, llegará en una semana. Pero enfatizó que un estado de emergencia no es inminente. Decenas de personas ya han sido detenidas y heridas en los últimos días, y la policía ha enfrentado acusaciones de uso excesivo de la fuerza y detenciones arbitrarias de manifestantes.

“Serán testigos de la determinación del Estado de Serbia”, advirtió Vucic. “Usaremos todo lo que esté a nuestro alcance para restaurar la paz y el orden en el país”.

Los enfrentamientos de esta semana marcaron una gran escalada tras más de nueve meses de protestas, en su mayoría pacíficas, que comenzaron después que un dosel de concreto colapsara en una estación de tren en el norte de Serbia, matando a 16 personas.

Muchos en Serbia culparon la tragedia a la supuesta corrupción generalizada en los proyectos de infraestructura gestionados por el Estado que, dicen, generaron un trabajo de renovación deficiente. El presidente serbio ha enfrentado acusaciones de sofocar las libertades democráticas al permitir que el crimen organizado y la corrupción florezcan. Él ha negado esto.

Serbia busca formalmente la membresía en la UE, pero Vucic ha mantenido fuertes lazos con Rusia y China. El domingo, elogió el apoyo de Rusia ante lo que llamó una “revolución de colores” contra su gobierno.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.