“No hay un gen para el espíritu humano”, advierte el protagonista de Gattaca, una película que imagina un futuro en el que el ADN decide quién es válido y quién no. En ese mundo, la selección genética al nacer asigna profesiones y determina el destino de cada uno. Lo que en los noventa parecía ciencia ficción empieza a asomarse hoy a la realidad: Silicon Valley, cuna de los gigantes tecnológicos, se ha convertido en epicentro de un nuevo mercado que busca optimizar a la próxima generación antes incluso de nacer.

Bebés a la carta. En un reportaje de The Wall Street Journal , startups como Nucleus Genomics, Herasight y Orchid Health han llevado el cribado de embriones más allá de lo habitual en la fecundación in vitro (FIV). Si antes el objetivo era descartar anomalías cromosómicas o m

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