Este domingo 17 de agosto los bolivianos van a las urnas en una elección diferente a las vividas durante los últimos 19 años y medio. Por primera vez, el gobernante Movimiento Al Socialismo no es el favorito en los sondeos de intención de voto. Ese lugar lo ocupan las fuerzas liberales que prometen sacar a Bolivia de la crisis económica en la que está sumergida y por la que culpan al modelo del Estado Plurinacional de Evo Morales y Luis Arce Catacora.
El país soporta la más alta inflación acumulada de las últimas dos décadas con un 16,92 %; el dólar paralelo cuesta casi el doble que el oficial y hay una irresuelta crisis de carburantes, especialmente diésel, lo que afecta la producción y al transporte.
La mayoría de los candidatos basan sus ofertas en solucionar la crisis económica. Seis