El presidente colombiano Gustavo Petro enfrenta un creciente rechazo en su país tras sus recientes declaraciones sobre la isla Chinería, que ha generado tensiones diplomáticas con Perú. Según una encuesta de CB Consultora Opinión Pública, Petro tiene un 57.2% de desaprobación y solo un 38.8% de aprobación, lo que lo posiciona entre los mandatarios menos populares de Sudamérica.

El 5 de agosto, Petro acusó a Perú de haber "copado" territorio colombiano y de violar el Tratado de Río de Janeiro al crear el distrito Santa Rosa de Loreto, que incluye la isla Chinería. Estas afirmaciones fueron rápidamente rechazadas por el Gobierno peruano y provocaron una serie de incidentes en la frontera, incluyendo el sobrevuelo de una nave colombiana sobre la isla y la incursión de agentes policiales colombianos en territorio peruano.

Las críticas hacia Petro no se han hecho esperar. Opositores y figuras políticas colombianas han cuestionado su manejo de la situación. La excanciller María Luisa Ramírez afirmó: "No hay ningún problema con Perú, esto es una maniobra política. Eso no es soberanía. Es espectáculo". La senadora María Fernanda Cabal también criticó las declaraciones de Petro, señalando que son "una farsa para desviar la atención de los escándalos de corrupción" en su gobierno.

Laura Gil, exvicecanciller y actual secretaria general adjunta de la OEA, criticó el uso de redes sociales para abordar temas tan delicados, sugiriendo que deberían resolverse mediante el diálogo diplomático. El Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales (CORI) calificó las declaraciones de Petro como parte de un "manejo diplomático errático" y subrayó que la isla Santa Rosa ha sido históricamente parte de Perú.

Analistas políticos como Santiago Ángel y Daniel Briceño han señalado que las afirmaciones de Petro carecen de fundamento y que su estrategia parece ser un intento de crear un conflicto inexistente para fortalecer su imagen nacionalista. Briceño describió las declaraciones del presidente como "una mentira descarada" para ganar popularidad.

Mientras tanto, el expresidente Álvaro Uribe criticó indirectamente al gobierno de Petro, sugiriendo que está "fabricando conflictos externos para ocultar su ineptitud interna". La situación continúa generando un clima de tensión tanto en la política interna colombiana como en las relaciones bilaterales con Perú.