La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó en junio pasado la reforma secundaria para cristalizar la creación de los jueces sin rostro; sin embargo, especialistas y legisladores manifestaron su preocupación por la ausencia de claridad y de un diagnóstico riguroso.

Ante esta iniciativa, turnada al Senado, EL UNIVERSAL consultó a legisladores y especialistas en diversos rubros para examinar su viabilidad, sus peligros o beneficios.

Víctor Hernández, experto en seguridad nacional y pública, afirmó que “los jueces sin rostro son una abominación” debido a la falta de rendición de cuentas, pues —mencionó— el ocultamiento de su identidad impedirá medir su eficiencia democrática “porque no se sabe de qué manera están trabajando, lo que podría abonar en mayor medida al rezago judicial”.

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