Dejar de comer provoca una serie de efectos negativos que afectan tanto al cuerpo como a la mente, y sus consecuencias van mucho más allá de la simple sensación de vacío estomacal.

Cuando se omite una comida , lo primero que experimenta el organismo es una disminución de la glucosa en sangre, el principal combustible del cerebro. Amanda Spina , nutricionista del centro sanitario, Banner Health , explicó: “El cerebro depende de la glucosa como fuente de energía”. Ante su escasez, se presentan síntomas como cansancio, mareos, temblores, dificultad para concentrarse y hasta sensación de desmayo . La falta de energía cerebral genera irritabilidad y confusión, reacción conocida como “hangry” (acrónimo en inglés de hungry y angry ).

Un estudio publicado en la revista PLOS ONE r

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