Tenía que ser una final apasionante, pero no hubo partido. Bueno sí, pero solo duró 23 minutos. Los que tardó Jannik Sinner en retirarse. “No tengo energía, no tengo fuerzas, lo siento”. Con 5-0 en el marcador el italiano pidió asistencia médica, explicó que estaba mareado y sin gasolina y tiró la toalla. Salió al centro de la pista y pidió disculpas a un público decepcionado que llenaba la pista central del Cincinnati.

Mientras, Carlos Alcaraz se acercó a abrazarle y a consolarle, pues el número 1 del mundo estaba al borde del llanto. Antes de abandonar la pista el murciano firmó en la cámara de televisión: “Lo siento, Jannik”.

Todo resultó muy extraño. Desde el primer punto se vió que el italiano no estaba compitiendo con la fuerza de siempre. Perdió el servicio en blanco ante un Alcar

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