se acercó este martes 19 de agosto a la costa de Carolina del Norte, Estados Unidos (EE.UU) lo que llevó a las autoridades a ordenar la evacuación de las islas barrera, incluyendo Hatteras y Ocracoke.

Aunque se espera que la tormenta permanezca en el mar, sus efectos ya se sienten en tierra, con advertencias por vientos fuertes y corrientes de resaca desde Florida hasta Nueva Inglaterra.

A pesar de que el huracán se ha debilitado a categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 110 millas por hora (mph), su amplio radio de vientos de tormenta tropical se extiende hasta 200 millas.

Los meteorólogos advierten que las y podrían hacer intransitables las carreteras principales. En Wrightsville Beach, más de 60 nadadores ya han sido rescatados de las corrientes de resaca el pasado lunes 18 de

See Full Page