El huracán Erin perdió fuerza este martes al descender de categoría 3 a 2 en la escala Saffir-Simpson. Sin embargo, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) advirtió que el fenómeno sigue siendo una amenaza seria por la magnitud de sus vientos y el intenso oleaje que ya afecta a buena parte del Atlántico occidental.
Según el último boletín del organismo, Erin se encontraba a 990 kilómetros al este de Cabo Hatteras, en Carolina del Norte, con vientos sostenidos de hasta 165 kilómetros por hora y avanzando hacia el nor-noroeste a 17 kilómetros por hora.
Aunque el ciclón no se dirige directamente a tierra firme, el NHC extendió las zonas de vigilancia desde Carolina del Norte hasta Virginia ante el riesgo de marejadas e inundaciones costeras.
El principal peligro,