La hipertensión sigue siendo una de las principales causas de enfermedad y muerte a nivel global, afectando a cientos de millones de personas, con graves riesgos de infarto, accidente cerebrovascular y daño renal.

Durante décadas, la medicina puso el foco en riñones y vasos sanguíneos al abordar sus causas y tratamientos. Sin embargo, nuevas investigaciones ubican al cerebro como una pieza central en el complejo rompecabezas de la presión arterial alta .

Un reciente estudio de la Universidad McGill , publicado en Neuron y realizado en modelos animales, desafía la visión tradicional: el consumo elevado de sal no solo afecta al sistema vascular, sino que desencadena inflamación en áreas específicas del cerebro, impactando directamente la presión arterial . Este hallazgo a

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