El matrimonio de , duque de Cádiz, nunca debió celebrarse, estaba condenado al fracaso desde sus inicios. Ella reconoció que fue una boda sin fundamento, que se había casado con un hombre lleno de traumas, introvertido y solitario. Tuvieron dos hijos pero la situación no cambió. Por eso, Carmen buscó nuevos alicientes fuera de la vida conyugal.

Huida a París

En 1979 se desató el escándalo. La abandonaba a su marido y sus hijos siete años después de unirse matrimonialmente. El fantasma de la infidelidad hizo acto de presencia al desvelarse que se había ido a París para convivir con el anticuario Jean Marie Rossi, al que había conocido en un crucero un año antes cuando aún estaba casada con Alfonso. Dicen que el Borbón cayó en una tremenda depresión y que nunca dejó de creer que su mujer

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