La historia de los quipus , aquellos complejos dispositivos de cuerdas anudadas que los incas emplearon para almacenar información , acaba de adquirir un matiz inesperado. Un hallazgo reciente sugiere que su uso no estaba restringido a las élites burocráticas del imperio, sino que alcanzaba también a personas de sectores más modestos. La clave de esta conclusión no provino de los nudos ni de los colores de los cordones, sino de un detalle casi inadvertido: una hebra de cabello humano entrelazada en el cordón principal de un antiguo dispositivo.

El descubrimiento, publicado en la revista Science Advances , ha reabierto el debate sobre quiénes podían fabricar y utilizar estos instrumentos de registro. Durante siglos, los cronistas coloniales afirmaron que la producción de quipus est

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