Al menos siete hospitales públicos en Chile enfrentan retrasos significativos en el inicio de tratamientos para VIH y hepatitis B y C, según un informe de Ciper. Esta situación se ha originado por demoras en la entrega de resultados del Instituto de Salud Pública (ISP), tras un hackeo ocurrido el 27 de junio. Los hospitales afectados incluyen el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el Barros Luco, el Lucio Córdova, y los hospitales regionales de Arica, Iquique, Antofagasta y Temuco.
Funcionarios de estos centros de salud han confirmado que la prolongación en los tiempos de respuesta ha ralentizado la posibilidad de iniciar tratamientos a través del Plan GES. Normalmente, el ISP confirmaba diagnósticos de VIH en un plazo de 12 a 15 días. Sin embargo, desde el ataque cibernético, este tiempo se ha duplicado, alcanzando hasta 30 días, y acercándose al límite máximo de 45 días permitido por la normativa. Esto ha impedido que los hospitales puedan ratificar diagnósticos y, por ende, iniciar tratamientos.
Expertos han señalado que una demora de hasta dos semanas en comenzar el tratamiento para un paciente VIH positivo puede tener consecuencias graves. Carlos Becerra, médico y gerente de la Fundación AHF, advirtió sobre el impacto negativo en la salud de los pacientes. "Los pacientes ya están teniendo compromiso de su inmunidad, por lo tanto, están entrando en etapas iniciales del Sida", explicó. En el caso de las hepatitis, el retraso en el tratamiento puede llevar a complicaciones severas, como cirrosis y cáncer de hígado.
La Fundación AHF ha recibido alertas de hospitales sobre la tardanza en la confirmación de resultados. Becerra también mencionó que alrededor de la mitad de los nuevos diagnósticos de VIH corresponden a personas que consultan por otras enfermedades y son diagnosticadas incidentalmente.
La centralización del proceso de confirmación ha sido criticada por especialistas. Pablo Ferrer, bioquímico del Hospital Clínico de la U. de Chile, argumentó que "Chile lamentablemente tiene un sistema centralizado de confirmación del VIH, cosa que no ocurre en ninguna parte del mundo. No se puede tener un sistema centralizado en que el paciente tiene que tomar lo más rápido posible el medicamento".
Desde los hospitales afectados, la unidad de comunicaciones del Hospital Lucio Córdova informó que hasta principios de agosto tenían seis casos de VIH sin validación y 20 con retraso en la respuesta. En el caso de hepatitis B, había siete casos pendientes y 16 para hepatitis C. El Hospital Barros Luco también reportó retrasos, con funcionarios como Erika García y Pablo Herrera destacando la gravedad de la situación. "Antes se demoraban 15 días las respuestas de VIH. Ahora demoran 30 días. El GES empieza desde que está el diagnóstico hecho. Así que por ley necesitamos la confirmación del ISP", explicó García.
Pablo Herrera, jefe del policlínico de Inmunología del mismo hospital, enfatizó las consecuencias clínicas de esta situación. "No podemos tener a la persona con tanto tiempo sin poder acceder a los exámenes y al tratamiento. Estamos perdiendo ventanas de oportunidad de tratar oportunamente a la gente", detalló. El Hospital de Arica también mencionó un leve retraso en dos respuestas de hepatitis, mientras que un funcionario del Hospital de Antofagasta reportó problemas similares.