La gobernadora demócrata moviliza a la Guardia Nacional a la vez que su partido critica a los soldados enviados por Trump a las calles de Washington

Desde junio y sin hacer mucho ruido, en Albuquerque, la capital y mayor ciudad de Nuevo México, decenas de soldados de la Guardia Nacional escuchan las comunicaciones de la policía, vigilan cámaras de tráfico y ayudan a asegurar el perímetro de escenas del crimen. No son las tareas típicas de un cuerpo militar concebido como contingente local de fácil movilización y usualmente usado como fuerza de apoyo en catástrofes naturales o situaciones de emergencia, pero responden a una petición expresa de la policía local. Al mismo tiempo, en Washington D. C., la presencia de soldados de ese mismo cuerpo militar ordenada por el presidente Donald Tru

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