Una ola de estafas financieras dirigidas a adultos mayores recurre a un engaño cada vez más frecuente: el falso aviso de que “alguien está usando sus cuentas”. Los estafadores simulan ser empleados de bancos o representantes de empresas para advertir sobre movimientos sospechosos, generando urgencia y miedo en sus víctimas.

De acuerdo con la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), estas prácticas buscan que los ahorros acumulados durante años terminen en manos de delincuentes que manipulan emocionalmente a las personas de la tercera edad.

El mecanismo suele ser directo. Llamadas o mensajes inesperados alertan sobre actividades supuestamente fraudulentas en cuentas bancarias o compras en plataformas digitales.

En qué consiste esta modalidad de estafa

El primer contacto

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