El Presidente ha tomado una decisión sin precedentes al destituir a Miguel Ángel Calisto, el único representante del partido de Jaime Mulet en su gabinete. Esta medida se produce en un contexto de creciente tensión dentro de la coalición gubernamental, que se ha fracturado en dos nóminas para las próximas elecciones al Congreso.
Fuentes de La Moneda han indicado que la evaluación de esta situación fue crucial para la decisión del mandatario. La ruptura en la coalición ha generado incertidumbre y ha llevado a la necesidad de reestructurar el equipo de trabajo del Presidente.
La salida de Calisto se considera como la gota que rebasó el vaso, marcando un punto de inflexión en la relación entre el gobierno y el partido de Mulet. Esta acción podría tener repercusiones significativas en la dinámica política del país, especialmente en el contexto electoral que se avecina.