Por
Freud advertía que la psicosis no es la simple pérdida de la razón, sino la instauración de una nueva realidad. El sujeto psicótico no se limita a negar lo que ve: construye un universo paralelo donde su verdad es absoluta. En la Argentina de hoy, asistimos a un fenómeno inquietante: la política se rige por esa misma lógica. Un presidente que se presenta como enviado de una misión casi divina, que habla de batallas cósmicas y enemigos invisibles, que confunde la materialidad del hambre con la ilusión de un sacrificio redentor.
Heidegger diría que aquí el ser ha sido arrojado a una existencia desfondada, en la que la realidad cotidiana --el trabajo perdido, la mesa vacía, el cuerpo cansado-- queda eclipsada por un relato que no reconoce límites. El pueblo, arrastrado por esta narrativ