
SEÚL, Corea del Sur (AP) — Un exsoldado norcoreano de 95 años que pasó décadas encarcelado en Corea del Sur continuará su campaña para regresar al Norte, dijo una activista el jueves, después de que las tropas surcoreanas frenaran esta semana su marcha simbólica hacia la frontera.
Flanqueado por activistas y con una bandera norcoreana en la mano, Ahn Hak-sop caminó el miércoles hacia un puente entre las dos naciones rivales en la ciudad fronteriza de Paju para exigir a las autoridades surcoreanas que organicen su repatriación al Norte, cuando los soldados lo detuvieron en un puesto de control.
Ahn, quien se quejó de dolor en la rodilla durante el incidente, fue llevado a un hospital y ahora se recupera en su casa en Gimpo, cerca de la capital, Seúl, según la activista Cha Eun-jeong. Espera que Ahn se una a una protesta prevista para el fin de semana en Seúl para pedir su regreso a Corea del Norte.
"Dijo que se sintió bien al tener la oportunidad de expresar su opinión frente a los periodistas", aunque los soldados le impidieron avanzar, comentó Cha.
Ahn nació en lo que ahora es la isla fronteriza surcoreana de Ganghwa en 1930, cuando la península estaba bajo dominio colonial japonés. La derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial liberó a Corea, pero la península se dividió en un Sur capitalista respaldado por Estados Unidos y un Norte socialista apoyado por la Unión Soviética, una separación consolidada por la devastadora Guerra de Corea (1950-1953).
Ahn se ofreció como voluntario para luchar en el ejército norcoreano en 1952, pero fue capturado por soldados rivales en abril de 1953, meses antes del cese de los combates gracias a un armisticio. Pasó 42 años en prisión antes de recibir un indulto presidencial especial en 1995.
Tuvo la oportunidad de ir a Corea del Norte en el año 2000, cuando el expresidente surcoreano Kim Dae-jung, quien buscó el acercamiento con Pyongyang, repatrió a 63 prisioneros de larga data luego de una cumbre histórica con el entonces líder norcoreano, Kim Jong Il. Ahn decidió quedarse y prometió hacer campaña hasta que las tropas estadounidenses se retiren del Sur.
Ahn manifestó su deseo de ir a Corea del Norte en julio, una decisión influenciada por su frágil salud y por la preocupación de que se le acaba el tiempo, dijo Cha.
El gobierno de Corea del Sur señaló este mes que no tiene planes inmediatos para impulsar la repatriación de los pocos prisioneros restantes que desean ser enviados al Norte, y no está claro si Pyongyang los aceptaría. La relación entre las Coreas se han deteriorado en los últimos años, con el Norte suspendiendo prácticamente toda la diplomacia y cooperación con el Sur tras el colapso de sus conversaciones nucleares con Washington en 2019.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.