Apenas asumió como secretario de Turismo y Deportes, Daniel Scioli quiso congraciarse con el discurso del ajuste y el superávit fiscal de Javier Milei y cortó el pago de deudas a proveedores que venían del gobierno de Alberto Fernández.
De ese modo, objetó los pagos que ya tenía comprometidos el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inrpotur), que depende de su Secretaría, con 38 proveedores en materia de publicidad.
Además, pidió una auditoría que recomendó revisar el Régimen de Contrataciones del instituto y controlar que la tramitación de la selección, adjudicación y ejecución de las adjudicaciones para proveedores contaran con evidencias documentales válidas y suficientes.
Incluso, la administración libertaria y bajo impulso de Guillermo Francos, jefe político de Scioli, denunc